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El Cap Ducal

sábado, 31 de marzo de 2007




(...)El Cap Ducal como representante de la modernidad local.


A fines de 1907, los terrenos de los baños de Miramar fueron cedidos a la Municipalidad para la construcción de la Avenida Marina; en 1912 se construyó en el lugar un salón de té denominado Palacio Ducal, propiedad de Alberto Mackenna y Mercedes Matte। Posteriormente, don Domingo Tocornal Matte adquirió el salón de té y llamó a concurso privado a las oficinas de los arquitectos Roberto Dávila, Jorge Arteaga, y de Costabal y Garafulic, para la construcción de un nuevo restaurante sobre los cimientos del antiguo salón.

El Cap Ducal sería uno de los espacios arquitectónicos requeridos por el emergente balneario de Viña del Mar para dar lugar a la sociabilización del verano। Esto sería logrado a través de una proposición arquitectónica apoyada en un programa de bar–restaurante, cualificada por su emplazamiento de borde mar.

La planta propone claramente una secuencia espacial horizontal, en la relación entre interior y exterior, a través de tres tipos de espacio: un núcleo rígido hacia la calle, espacios de continuidad desarrollados horizontalmente que se abren hacia el exterior a través de la transparencia generada por la utilización de una estructura de pilares y ventanales, y finalmente, espacios de extensión también desarrollados horizontalmente a través de losas en voladizo sobre el mar.

Esta secuencia espacial era reforzada por los programas que estos espacios contenían: un borde duro de servicios que independiza el restaurante de la calle; una situación de grandes espacios de comedor y bar, y por último, las terrazas que se relacionan con la vista y el mar। Toda esta operación en planta, con relación al plano horizontal, responde también a una condición de lugar donde la obra se abre completamente con ventanales y terrazas hacia el mar, a través de las superficies de suelo y cielo que se proyectan hacia el espacio exterior, cerrándose a la calle con una fachada dura.

Esta operación de descomposición es realizada igualmente en la vertical a través de losas que disminuyen en tamaño a medida que ganan altura, abriéndose cada vez más a las terrazas, que se abalconan hacia el mar, hasta generar un espacio completamente al aire libre.

Las operaciones analizadas no tendrían mayor valor, si es que los espacios no estuviesen conectados a través de elementos verticales (escaleras), que configuran un sistema de recorrido continuo, ascendente y periférico al mar, que le da sentido a la obra.

Y es que la idea de recorrido del espectador es de radical importancia para su condición de emplazamiento en el borde costero. Esto porque el recorrido circunvala la obra estableciendo su límite como una línea dinámica, relacionada con la vista sobre el mar y el horizonte a través de las terrazas.
Es así como la obra, a través de su propuesta arquitectónica, reacciona a la condición específica del contexto, tanto geográfica como social. De esta forma intenta responder a las nuevas exigencias del balneario moderno en que se transformaba la ciudad de Viña del Mar durante la primera mitad del siglo XX.(...)

Autor: Cortés D. Macarena

Extracto Tesis presentada en el Magister en Arquitectura de la P.U.C. en 2002 bajo la dirección del profesor Max Aguirre, es utilizada como una oportunidad para situar, contextualizar y validar la obra del Cap Ducal (arq. Roberto Dávila, Viña del Mar; 1936), como obra sintomática de los inicios de la modernidad arquitectónica en Chile.

Alumna: Macarena Cortés Arquitecta, Universidad Central de Santiago, 1996, y Magister en Arquitectura, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2002. Actualmente es secretaria de estudios y profesora de Taller de Proyectos en la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad Diego Portales en Santiago.
Título: Un nuevo espacio de veraneo y la metáfora naval: el Cap Ducal en la génesis de la modernidad.
Prof. Guía: Max Aguirre
Fecha Examen: 26/ 04/ 2002


fuente: Revista ARQ n°55, año 2003

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